El anarcosindicalismo es un medio de organización y un método de lucha y de acción directa de los trabajadores que tiene sus raíces en los postulados de la Primera Internacional y en los del sindicalismo revolucionario. Se inspira en fuentes esencialmente federalistas y anarquistas y, con neta actuación revolucionaria y clara orientación libertaria en la práctica, tiende constantemente a conquistar las máximas mejoras, en todos los sentidos, para la clase obrera, con miras a su integral emancipación la supresión de todo género de explotación y de opresión del hombre por su semejante o por una institución cualquiera, y al mismo tiempo lucha por la abolición de todo capitalismo y de toda forma de Estado.
Opuesto irreductiblemente a los sistemas sociales y políticos actualmente imperantes, propugna por la transformación radical de las sociedades y regímenes en el-los asentados y por la instauración de un medio social de convivencia humana basado en los principios del comunismo libertario.
El anarcosindicalismo no es una doctrina ni una filosofía. Su contenido teórico lo extrae del socialismo humanista y principalmente del anarquismo, en cuyos postulados de defensa integral de la personalidad humana, de la libertad, de solidaridad, de apoyo mutuo y de asociación voluntaria y federativa, halla su más sólido fundamento.
El anarcosindicalismo, dentro del movimiento obrera moderno, constituye una corriente sindical absolutamente independiente, de acusadas características propias, lo mismo por su contenido básico que por su forma de organización y su desenvolvimiento funcional, exento de todo centralismo y dc toda burocracia. Tiene siempre en cuenta la personalidad del afiliado y estimula su participación en la vida sindical. Respeta la autonomía de las secciones, de los sindicatos, de la, federaciones y confederaciones. Se singulariza también poi los métodos de acción directa que emplea, por su dinámica y estrategia de lucha y por su orientación social finalista. Otro de sus rasgos distintivos inconfundibles es su rechazo a toda colaboración de clases, a todo compromiso con el capitalismo o con el Estado, aun en nombre del ”interés nacional” ; a toda participación o intervención en organismo alguno mixto u oficial dependiente del gobierno o del patronato; a los arbitrajes y legalismos y a toda especie de intermediarios en las contiendas sociales cotidianas. El anarcosindicalismo, considerándose en lucha permanente y sin tregua contra el sistema que combate y se propone abolir, rehusa todo cuanto limite, coarte e interfiera su libertad de acción. Su posición se halla siempre a la vanguardia de la lucha social y de las reivindicaciones de los trabajadores. El anarcosindicalismo mantiene vivo entre las masas obreras el espíritu revolucionario. Las ejercita y entrena en el combate consciente y directo voluntario, en el desarrollo de sus propias iniciativas, a la vez que contribuye a su capacitación y máxima preparación, sobre todo con el fin de que puedan asumir conscientemente, prescindiendo de todo partido político, sus responsabilidades en la autogestión directa en la nueva sociedad libre, justa y solidaria a construir y a organizar. En ella, suprimidas las clases, con la ayuda de todos los adelantos científicos y técnicos, se procurará facilitar a todos y a cada uno, por medio del trabajo y del esfuerzo individual y colectivo, el máximo de bienestar y de seguridad, con imprescriptible, intangible e inalienable respeto a la libertad y a la personalidad de cada ser humano, objetivo primordial coincidente con el anarquismo.
El anarcosindicalismo no pretende ser un fin en si ni crear una nueva ideología social preferentemente sindicalista.
Tampoco pretende asumir total y globalmente la representación y administración de la sociedad nueva ni plasmarla en un sentido uniforme y de esquemas inamovibles. Su concepción del comunismo anárquico está viva, abierta al provenir y a las diversas modalidades perfectibles de aplicación, con tal que sean de base esencialmente libertaria.
OBJETIVOS Y FINALIDADES
El anarcosindicalismo tiene clara noción de que no depende de su sola y única fuerza el desencadenar la revolución social para derrocar al capitalismo y al Estado, para conseguir la renovación y la transformación de la sociedad, y de que no podría tampoco asumir exclusivamente todas las responsabilidades funcionales en el desenvolvimiento del futuro. No pretende convertirse en un nuevo orden de su misma denominación, con predominio monopolizador determinante,
Tampoco presenta a los hombres el comunismo anárquico como una panacea o fórmula mágica única de solución económica, social y política, sino como una de las más viables, racionales, lógicas, justas y éticas finalidades de carácter sociológico para la convivencia libre, armoniosa y solidaria entre los seres humanos que desean y anhelan una sociedad nueva, sin antagonismos intestinos, sin alienación de la individualidad y en la que las relaciones humanas puedan desenvolverse sin constricciones autoritarias.
Presenta la solución comunista libertaria con amplia y abierta concepción evolutiva y perfectible, sin planes rígidos ni uniformes, pues, además de tener conciencia de las grandes mutaciones y transformaciones que en el devenir se producirán en el mundo y en la humanidad, no puede ignorar que las modalidades de aplicación del comunismo anárquico, aun conservando y afirmando una coincidencia en sus grandes líneas esenciales y en lo fundamental, encaminada siempre a su más óptima plena y perfecta realización ofrecerán sus variantes, dadas las condiciones reales, existentes en cada país, las ambientales, de mentalidad y psicológicas las de los propios recursos naturales y de su mismo desarrollo económico, industrial, etc., y por otras causas complejas, que tienen sus influencias en el comportamiento de los hombres y que se hallan arraigadas en la biología misma de las sociedades.
Las mismas formas de organización sindical que adopta hoy el anarcosindicalismo dentro del sistema capitalista, con sus estructuras industriales, agrícolas, económicas, financieras y otras de tipo diverso complejo que le son peculiares, y a las cuales aquél no puede dejar de tener presentes, para la mayor eficacia de su combate ofensivo y defensivo, no son inamovibles. El anarcosindicalismo, a través de sus propias experimentaciones, y sobre la marcha, cuenta con aptitud y opción para modificarlas o perfeccionarlas, siempre respetando las bases funcionales federalistas y de autonomía, la finalidad y esencia libertaria, en razón de los cambios mismos que pueden operarse al ser sustituido el sistema capitalista-estatal por la nueva sociedad comunista libertaria, las bases de la cual exigirán necesarios e indispensables cambios y reajustes, en el orden económico, de producción y de distribución ,funcional y de servicios, de organización del trabajo en la compleja y complicadísima gama de cosas vitales y aspectos a considerar que afectan al conjunto social.
El anarcosindicalismo estima que el sindicato y la organización sindical de este tipo puede y debe ser uno de los pilares más firmes en el que habrá de apoyarse y sostenerse la sociedad
SINGULARES CARACTERÍSTICAS DEL ANARCOSINDICALISMO
Una de las características y virtudes más apreciables del anarcosindicalismo es el respeto absoluto a la personalidad del afiliado, al que invita constantemente a militar de manera voluntaria, abnegada, desinteresadamente, en la vida y en la marcha del sindicato, de sus secciones, de las federaciones, de la organización en general; a asumir sus propias responsabilidades; a exponer libremente su criterio, y a tomar sus opciones y decisiones en las asambleas; a participar directamente en la actuación y en la lucha; a aplicar las disposiciones que se deriven de aquellos acuerdos que, de común consenso, la organización haya tomado. Los acuerdos se determinan de abajo a arriba dentro de la organización anarcosindicalista.
En ella los cargos, que se renuevan regularmente, son revocables. Se rechaza el liderato y el burocratismo. La organización sindical anarcosindicalista cuenta siempre con sus únicos y solos medios económicos, a base del producto de las cotizaciones hechas efectivas por sus afiliados, para su desenvolvimiento, actividades, propaganda, solidaridad, es decir, para todas las atenciones de toda índole. Esto contribuye a asegurar su plena y total independencia. Puede afirmarse que no hay una organización sindical tan honrada como la anarcosindicalista. Sus militantes no pueden aspirar a sinecuras de ninguna especie dentro de ella, y a lo largo de su existencia han de dar prueba y ejemplo de su abnegación y recto proceder personal.
El anarcosindicalismo entiende que no hay ni puede haber convivencia libre ni justicia social dentro de la sociedad de clases. Que los fundamentos de ésta perpetúan y consagran la división de los hombres. Que toda reforma que no destruya los cimientos de aquélla no cambiará el fondo de las cosas para los trabajadores, los cuales seguirán siendo oprimidos y explotados. Por estas y otras razones de principio, se manifiesta contrario a la colaboración de clases, a la cogestión, a aceptar la política de participación interesada en las empresas capitalistas. Hay incompatibilidad absoluta entre el anarcosindicalismo y el sistema capitalista-estatal.
El anarcosindicalismo es antiparlamentario por su posición de principio antiautoritaria y por considerar tal procedimiento absolutamente ineficaz desde el punto de vista de la emancipación efectiva de la clase trabajadora. La experiencia de la obra de los partidos políticos obreros de denominación socialista, marxista, demócrata etcétera, que bajo la inspiración del marxismo, especialmente, responsable éste de la escisión de la Primera Internacional y del cultivo de la acción política representativa por parte de los trabajadores, que va ya desde casi mediados del siglo pasado a nuestros días, partidos que en ciertos períodos y lugares han llegado a obtener mayoría absoluta y a formar gobiernos, como así lo hemos visto en varios paises, es suficientemente elocuente y demostrativa de la esterilidad de la lucha en tal terreno.
Dentro del sistema actual imperante todo gobierno socialista, socialdemócrata, de no importa qué adjetivación, por el mecanismo mismo de las fuerzas de presión existentes predominantes en dicho sistema; por el de sus redes y tentáculos entrometidos en todas partes, se ve precisado a servir los propios intereses del capitalismo y del Estado, en nombre del gran interés <> y en detrimento de los de la clase obrera.
Extraido de ¿Qué es el anarcosindicalismo? Escrito por Germinal ESGLEAS, Secretario General de la A.I.T. - 1958-1963 para el folleto A.I.T. La Internacional del Sindicalismo Revolucionario.