Dedicamos esta declaración de solidaridad a los asesinados por el Estado: Affan Kurniawan, Andika Lutfi Falah, Iko Juliant Junior, Muhammad Akbar Basri, Rheza Sendy Pratama, Rusdamdiansyah, Saiful Akbar, Sarina Wati, Septinus Sesa y Sumari.
Eternos como los nombres, jamás reducidos a meros números.
La ilusión de la representación popular a través del parlamento se ha derrumbado. La RPD, con su mano imprudente, forja sin cesar políticas que aplastan al pueblo, a la vez que profundizan el abismo de la desigualdad social. A medida que cada vez más personas se ven condenadas al sufrimiento y la explotación del capitalismo de Estado, la RPD revela su verdadera naturaleza de parásitos: se aprovechan del sudor del pueblo, pagándose salarios exorbitantes con nuestros impuestos, sumas inimaginables para la gran mayoría. La policía también se ha desenmascarado como meros guardianes de las élites gobernantes y del Estado, respondiendo a la justa ira del pueblo con brutalidad absoluta. El asesinato del motociclista Affan Kurniawan, que circulaba por internet, el 28 de agosto de 2025 —una chispa que encendió el polvorín de la furia que el Estado había encendido durante tanto tiempo— no se respondió con justicia, sino con porras, puños, gases lacrimógenos y munición real, dejando cuerpos muertos y destrozados en cuestión de días.