El “buen nombre” del Servicio de Extranjería y Fronteras

-Un informe sobre el juicio contra activistas sociales de Oporto por difamación del SEF

Tras un largo proceso de más de cuatro años, cuatro activistas sociales de Oporto, acusados de difamación por el Servicio de Extranjería y Fronteras portugués (SEF), fueron absueltos en octubre de 2010. El caso data de 2006, cuando se generó un amplio movimiento de denuncia e indignación, asignando al SEF la responsabilidad moral de la muerte de Ahmed Hussein, un trabajador pakistaní que se suicidó tras habérsele rehusado el permiso de residencia en Portugal. Entre los activistas victimizados por este juicio se encontraba un miembro del grupo local de la AIT-SP (Asociación Internacional de los Trabajadores – Sección Portuguesa)

En manos del SEF

Todo comenzó en mayo de 2006, cuando trabajadores pakistaníes de Oporto denunciaron la forma en la el que trabajador precario Ahmed Hussein había sido tratado en la oficina de Oporto del SEF. Hussein, casado y padre de dos hijos, había estado residiendo legalmente en Portugal durante 5 años, un trabajador precario como muchos miles de otros, tanto portugueses como inmigrantes. Tenía que afrontar, por exigencia del SEF, con el requisito de probar unos ingresos anuales de más de 5400 euros para poder renovar su permiso de residencia… Argumentando justamente que incluso muchos trabajadores portugueses no recibían esta cantidad al año, Hussein demandó del estado portugués la devolución de sus contribuciones a la Seguridad Social, para poder regresar a su país. Ridiculizado y maltratado – ¡de lo que no ha sido él el único caso ocurrido en el SEF de Oporto!- amenazado de expulsión, como dijo a sus amigos, Hussein cayó en una depresión y eventualmente se quitó la vida saltando desde el puente D.Luis Bridge sobre el río Douro.

A pesar de llevar sus documentos personales en su ropa (pasaporte y número de cotización), sus amigos y familia solamente tuvieron conocimiento de lo ocurrido a Hussein una semana más tarde, tras buscar su cuerpo en el Instituto de Medicina Forense de Oporto, donde se estaba preparando ya la incineración sin ninguna comunicación al consulado ni a sus parientes y amigos.

Las protestas de junio de 2006

Estos acontecimientos fueron entonces seguidos por una rueda de prensa y algunas reuniones públicas de solidaridad por parte de trabajadores portugueses e inmigrantes. El 24 de junio de 2006, una manifestación pública de duelo y lucha se extendió por las calles de Porto, con más de 600 personas demandando el cese de Eduardo Margarido, el director de la oficina de Oporto del SEF, y protestando contra la discriminación y burocracia de estos servicios. Esta manifestación contó con el apoyo de varias organizaciones de Oporto, incluyendo aquellas que firmaban la convocatoria, que se involucraron en varias actividades de apoyo a los inmigrantes y las minorías étnicas.

Los acontecimientos concernientes al trabajador pakistaní Ahmed Hussein fueron, después de todo, la culminación de muchas actitudes discriminatorias que violan los “derechos humanos” más fundamentales (recordamos el mantenimiento de inmigrantes “ilegales” dentro de contenedores transformados en “prisión temporal” por el SEF en el aeropuerto de Oporto en 2004) y cargos de corrupción contra los funcionarios de la oficina norteña del SEF…

Es importante recordar que en el mismo año 2006 hubo varios episodios serios en Oporto que revelaban la forma discriminatoria y racista en la que los pobres inmigrantes estaban siendo manejados por las “autoridades”. El más serio de ellos tuvo lugar en julio, cuando el trabajador de la construcción egipcio M. Abbas, incapacitado para el trabajo debido a un “accidente” laboral (¡preferimos llamarlo CRIMEN de los jefes!), fue tomado por “ladrón marroquí” en la playa de Espinho, llevado a la comisaría local y golpeado salvajemente por la PSP (Policía de Seguridad Pública). En aquella ocasión, varias organizaciones presentaron quejas contra la policía… que eventualmente fueron archivadas y olvidadas…

Un intento de intimidación legal

En diciembre de 2006, el SEF de Oporto movió un proceso contra activistas de cuatro organizaciones de Oporto (Essalam, Terra Viva, AACILUS y MUSAS). Se les acusaba de “difamación agravada” contra el Servicio de Extranjería y Fronteras, por atreverse a denunciar la forma en la que esta policía (y otras) habían estado tratando con los trabajadores inmigrantes.

En 2009, en la víspera de la primera sesión del juicio, tres organizaciones, Essalam, Terra Viva y Musas, firmaron una declaración pública declarando que “este proceso es primeramente un intento de intimidar a los trabajadores inmigrantes y a las organizaciones que se atreven a luchar por sus derechos legítimos, pero esto no nos hará callar”.

El juicio fue pospuesto varias veces, hubo intentos de pasar el caso a la Corte Criminal de Oporto (la antigua “Corte Plenaria” de los tiempos del régimen fascista), que no funcionaron debido al trabajo de abogados comprometidos, y finalmente en septiembre de 2010 tuvo lugar la primera sesión del juicio.

En octubre de 2010, ante los hechos y “testigos de la acusación” –funcionarios del SEF que afirmaban “no saber o no haber visto nada” excepto que “el buen nombre de la corporación” había sido cuestionado –el tribunal se pronunció por la absolución. El tribunal reconoció que no había evidencia factual relativa a las alegaciones del anterior director de la oficina del norte del SEF, Eduardo Margarido –ausente por disfrutar de permiso, no se dignó a aparecer en el juzgado… era evidente que esos activistas estaban actuando solamente según los valores más básicos de solidaridad y libertad.

Mientras tanto, la explotación y la precariedad continúan avanzando, afectando a los trabajadores de todos los orígenes. ¡Por tanto, nuestra lucha contra la explotación por parte de los jefes, la corrupción de los políticos y funcionarios del estado, también continuará!

AIT-SP
Asociación Internacional de los Trabajadores – Sección Portuguesa

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