¡Contra la guerra civil global, necesitamos una revolución social en el mundo!

Desde el 12 de mayo de 2021, la población civil de Gaza sufre una atroz agresión militar. También hemos visto en Israel escenas de linchamientos insoportables.

No es la primera vez en la Historia ni el único lugar en el mundo que civiles, mujeres y niños, son masacrados por una Poder culpable de un crimen de lesa humanidad. Ahora mismo, por ejemplo:

Según cifras oficiales (FAO) ¡25.000 personas, incluidos 10.000 niños, mueren de hambre cada día!
En Colombia, desde el 28 de abril, el ejército, la policía y las bandas paramilitares asesinan impunemente a las personas que se rebelan contra la injusticia social.
En Rojava, los revolucionarios del norte de Siria, abandonados por todos los «Estados democráticos», plantan solos en frente d’el ejército turco y los islamistas genocidas.
En Yemen, Xinjiang, Birmania, Siria o Venezuela, las poblaciones son desplazadas por millones, torturadas o incluso masacradas en una indiferencia casi generalizada.
Todos estos actos de barbaridad son perpetrados por Estados y políticos que apoyan un sistema capitalista que se beneficia de nuestros sufrimientos.

El vasto movimiento de solidaridad manifestado con las víctimas de los bombardeos en la región de Gaza no debe olvidar que todas las ideologías utilizadas por el Poder, a saber, el nacionalismo y las religiones, son precisamente los pilares de esta lógica asesina, que empuja a las personas a matarse entre sí en beneficio de los líderes de este mundo.

La solidaridad actual con los habitantes de Gaza debe registrarse junto a todas las revueltas populares que sacuden el planeta, desde Hong Kong a Sudán o Argelia, desde Chile a los chalecos amarillos en Francia, y que se extienden en una vasta lucha global contra un sistema social asesino. Al hacerlo, nuestra solidaridad solo será más fuerte y formidable.

Prevenir masacres en Gaza como en cualquier otro lugar es luchar por un mundo sin país ni fronteras. Por eso también saludamos a nuestros amigos israelíes que se oponen a la guerra y se niegan a traer el uniforme de las FDI, saludamos a nuestros compañeros colombianos que lideran una lucha admirable contra su estado corrupto; Saludamos a nuestros amigos en Rojava que luchan contra la barbarie genocida y, en general, saludamos a todos aquellos que, en todas partes, defendiendo sin concesiones la Paz y la Libertad, se encuentran fraternalmente unidos a través de las fronteras.

¡Abajo todos los ejércitos, abajo todos los estados!
En Bogotá o Gaza: mismo poder, misma lucha
¡PODER = ASESINO!

Algunos activistas de la CNT-AIT de Francia

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